lunes, 3 de febrero de 2014

Herramienta

Quería aprender, busqué quien me enseñara
me dí cuenta que habían cosas que no podían enseñarme con sus herramientas.
Decidí conseguir mi herramienta,
pero para ello necesitaba permisos,
y aprender lo mínimo necesario.
Lo hice, y llegó el momento de adquirir la herramienta.
Inicialmente buscaba la herramienta más barata,
pero, para mala suerte, también era fea.
Así que fue empujando y estirando el presupuesto
hasta encontrar una que cumpliera un mínimo promedio.
Fuí. Ví. Adquirí.
Al final, siento que podía conseguir una herramienta más equilibrada
entre los extremos precio, apariencia, y estado.
Pero no es la primera vez que me ocurre este arrepentimiento.
Así que actualmente hago planes de mejora,
y en un futuro algo lejano,
de cambio.
Mientras ese momento llega,
estoy practicando todo aquello
que antes no podía.

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