jueves, 27 de octubre de 2011

Explotes de código

Ahora que lo pienso, me molesta mucho que cuando se ven errores y explotes de código al momento de implementar una nueva funcionalidad, hayan personas que lo asocien a una reducida habilidad de programación, sin tomar en cuenta que los errores son la retroalimentación más fidedigna que tiene un programador de que su código no funciona como debería.

En un mundo donde muy pocos dan una mano amiga, nuestra querida computadora por lo menos nos dice que algo está mal.

La puerta de la amistad

Un chiste entre amigos puede ser gracioso, pero en otra situación es un insulto.

Hay puertas de amistad que normalmente en mi caso, no las abro mucho porque mi inteligencia emocional es muy frágil.

Me entristece el sentirme afligido por este tipo de cosas, pero como siguen ocurriéndome desde pequeño, tengo que asumir que soy así y que esto es algo escrito en mi destino. Ahora que escribo esto, recuerdo aquel diálogo de la película de The Last Samurai...

Aunque, para decir algo a favor de los chistes, debo admitir que en cierto aspecto los chistes son una buena herramienta para descubrir tendencias y puntos en común de la gente y la sociedad. De vez en cuando surgen balas perdidas, pero las que aciertan son transformadas en mejores sketches.

Ahora que lo pienso, descubrir los chistes que generan más risas para luego re-elaborarlos, se puede comparar con analizar los productos o páginas que son más utilizadas para re-brandearlas.

Palabras que "explican todo"

Esta es una lista de palabras con las que me he ido topando al pasar del tiempo, las cuales tienen a molestarme cuando las escucho. La razón por la que me molestan tanto es que quienes las usan tienden a simplificar con ellas una respuesta que de por sí es más larga de lo normal.

No voy a negar que me he visto en situaciones en que las he tenido que usar, pero ha sido simplemente porque no encuentro otra mejor forma de expresar lo que sea que vaya a decir; sin embargo, no me gusta que las usen para resumir una idea o un enunciado que de por sí debe ser más elaborado.

Y aquí comienza la lista de lo que algunas personas creen que son palabras mágicas (esta lista puede crecer):

super simple, sencillo, obvio, lógico, claro, por supuesto, desde luego, ser diferente, ser tu mismo, ser visionario, mejor, madurar, valorarse, optimizado, pero rápido, ahora mismo, para ayer, y punto, y yá, olvídalo, no lo pienses mucho, sip, tranquilo, una cosa no tiene que ver con la otra, el hecho de no implica que,

Otras frases o palabras que me desagrada escuchar son: chicos, viejo.


Con el 'está bien', 'sip', 'ok' y 'ya' pasa algo interesante, y es que a veces me incomoda su uso porque siento que quien las dice tiene algo que le gustaría agregar, pero no lo hace. Y no sé por qué me dá la impresión de que lo que quiere agregar no será algo muy agradable de escuchar para mis oídos... Pero, si no me agradará, ¿Por qué me preocupo? Esta es exactamente la pregunta clave: ¿Por qué todas estas nimiedades usan preciados ciclos de mi procesador mental?