viernes, 29 de noviembre de 2013

Florero

Un florero que contiene la más bella rosa que nunca haya visto jamás. Escogiste con sabiduría el recipiente de tu alma. Deseo saber nadar las aguas más profundas en tu océano pacífico. Parecen guardalodos blancos de Volkswagen. Frazada dorada que protege a tu cuello del frío, que quiero compartir. Diminuta pirámide escondida en medio de un par de colinas irregulares. Imán en forma de herradura que atrae todas mis herramientas metálicas. Huérfana de pistolas. Lonja de pan integral bañada en almíbar. Costalito de higo, que a pesar de estar apretado, se nota que está vacío y plano. Bebedero mestizo del que brota agua bendita. Tomar por el timón tu triciclo, llenar tu canasto con víveres y pedalear un largo camino hasta la estufa en donde cocinaremos el sancocho. Resulta paradógico el deseo que tengo de tenerte cerca, y de que al estar un poco alejada de mi, puedo percibir mejor tu belleza general. Me apresuro para aferrarme a un par de tubos plateados en un vagón del Metro lleno de personas. Mientras avanza, no puedo parar de contemplar ese verde paisaje se pinta a traves de un par de ventanas. Siento mucha curiosidad por las grietas del volumen tierra árida que cargas entre ese pozuelo de formas esféricas, color zapote de corte oblícuas y adornado con dibujos de flores blancas. Muslos gordos hacia abajo. Me gustaría remover las peluzas en tu pantalón. Aún subida en esas escaleras, puedo verte desde arriba. Imagino que bailo contigo mientras barro con una escoba de palo púrpura y cerdas negras. Un collar de asteroides verdes que orbitan alrededor de tu cuello y se posan entre esas dos magnas lunas que le robaste a Neptuno. Subir al tope de esas robustas matas de coco y beberme el agua de sus frutos. Los movimientos que definen las caricias que te hago son tan diversos que podrían pertenecer a variantes del karate o kung fu. Katarina te envidiaría. El azul marinero de tu blusa tiene en itinerario navegar por mares desconocidos. Tus binoculales le ayudarán a divisar tierra a largas distancias. Blanca inocencia recubre y ciñe tu ser. Despues de pasar por debajo del portón de la F.A.D., recorro casi dos kilómetros para llegar al colegio. Una rosa rosa conducía a una persona en un Corolla por la Mella. La Persephone perfecta para este Merovingio. Sólo me queda mirarte fíjamente para crear en mi mente una imagen de ti, y hacerle a esa imagen todas las cosas que hacerte quiero y no puedo: respirarte profundamente a ambos lados de tu cuello, mientras recorro con mi cara toda la superficie de la tuya, con mi mano derecha acariciando tu pelo lacio y largo, tú abrazandome fuertemente, con tus brazos alrededor de mi tórax, y yo con mi mano izquierda acariciándote delicadamente la espalda. Dejo de acariciar tu rostro con el mío y procedo a hacerlo con mis manos. Jugueteo con tu naricita y tus orejitas. Como si no te gustara el jueguito, te volteas y te recuestas de mí. Te abrazo de forma tal que me permite acariciar tu abdomen y jugar con tu ombligo. Te hago cosquillas. Alzas la mirada buscando mis ojos. Con sonrisa angelical me dices "Te amo." Luego buscas mi boca y yo lentamente me acerco a la tuya. Estás tan cerca que puedes respirar mi aire, a sólo un milímetro de mí… "Próxima estación: Juan Pablo Duarte." Así fue como el Metro me devolvió a la realidad y me hizo verte alejarte de mí.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

miércoles, 27 de noviembre de 2013

¡Ajedrezado!

En un tablero de ajedrez se han cometido los errores necesarios para ahogar a un rey, produciendo así un empate. Esta situación motiva los sentimientos que inducen a decidir un ganador. ¿Por qué el ser humano instintivamente se niega al empate? Lo mismo se puede pensar de la acumulación de pequeñas ventajas. ¿Por qué ese deseo de ir directamente al premio mayor, cuando las posibilidades son de un 50% o mucho menor? Es como si en el ser humano se encontrara escondido una atracción por el azar, por lo aleatorio. Sin embargo, aún cuando un juego posea cualidades aleatorias, el manejo del azar es una habilidad, y se puede probar estadísticamente. Es como ver una oportunidad dorada de alto riesgo. Puedes dejarte seducir por las ganancias, o acobardarte por las pérdidas. Es probable que enfocarse en ventajas mínimas sea una cualidad de la mezquindad; A pesar de esto, nada tiene de malo enfocarse en ventajas mínimas. La ciencia se contruyó sobre los diminutos bloques que se crearon o descubrieron. Aunque, la mayoría de las veces, los creadores de robustos pilares no pueden contemplar la magnífica obra de la que sus creaciones han sido partícipes. Tan breve la emoción de la victoria, y tan larga la agonía de la derrota. Cuando te das cuenta de que las consecuencias de tus decisiones afectan a otros más, y de que tu destino depende de las elecciones de otras personas, ahí comienzas a notar lo encadenados que estamos en el universo.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

Extensión

Quisiera agarrarte por tu pelo de sangriento colorido y arrancarte todas esas extensiones luminosas que decoran ese arbolito que tienes en tu maceta. ¡Santa María, que Pinta tiene esa Niña! Manzana que decora un cerdo asado en una cena navideña; nueces muy duras de romper. Yo sé que me sacarás de tu vida como lo han hecho todos, y aún así me intereso en ti. Me ha pasado tantas veces que ya debería estar acostumbrado a esto, pero por causas que desconozco y no domino, no dejo de pensar en ti. De vez en cuando miro al lugar en donde deberías estar, sintiendo una punzada en mi pecho cada vez que no estás allí. Por poco pierdo un pie en la escalera eléctrica por estar mirándote, para luego ver como te amasan en exceso las paredes del Metro. Es seguro que tus pulmones son más chicos que los míos, y aún así, cada vez que respiras me dejas sin aliento. ¡Me ahogo! ¡Me ahogo! Respiro profundamente diez veces y vuelvo a la normalidad, pero tu belleza se mantiene golpeando mi diafragma, y vaciandolo de aire. Hermosura que me resulta inalcanzable, dado los medios de los que dispongo. Y como si esta tortura no fuera suficiente, tengo que verte día a día. En tu rostro se vislumbra la firmeza capaz de dirigir a una nación por el camino de la prosperidad, ¿Y qué decir de la familia que podrías procrear conmigo? Son palabras que surcan el aire y hacen malabares para llegar a tu mente y corazón, que se pierden en el universo de posibilidades que gira entre nosotros. Mientras tu bailas con la paciencia, yo lucho contra ella a diario. Es tan difícil decir cosas hermosas de tu cuerpo en general. Es como si el cerebro me regañara: "Cállate, maldito. Mírala. Debórala con tus ojos. Haz que tus orbes oculares rueden alrededor de su llanura, que tu iris marrones capturen una instantánea de su figura; que a través de las ventanas de tu alma puedas conectarte con la suya… Quédate quieto y deja que la energía que brota de su cuerpo alcance al tuyo y te refresque como brisa en verano." De esta forma, mi cerebro se pone en huelga creativa cuando te contempla. En ocasiones, cancela el paro laboral por una ligera sonrisa, que gracias al Magnífico nos diste. Es una diminuta pero certera señal de que mis sentimientos te tocaron, aunque haya sido levemente.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

martes, 26 de noviembre de 2013

Nombres

Analizando la situación, las personas rosan a quien sea, como si disfrutaran el rubor escarlata que se muestra en el rostros de los ofendidos. Mil caballos de fuerza llevará el puñetazo que descargaré con mi ira. El odioso no da ni el saludo de buenos días. La puerta es lisa y vertical, queriendo atravesarla para conquistarnos como a un pueblo azteca, inca, o maya. Se la quieren lucir como los más cultos, mientras yo anaqueles les surto para desplegar sus productos en venta. Un cielo femenino contempla la anatomia gris que se desparrama al pasar de mi vida. De vez en cuando bebo margaritas para intercambiar el dolor. "El mar le negó sus aguas. No hay Ni dia ni noche en la que no piense en ello.", dirían todos los que me conocen. No negaré que sin tí a veces me parece que la vida perdió el sentido. Tu figura de Francia inescapable a mis ojos, usas tus prendas de forma organizada. El mirarte hace que mis motores arranquen día a día, soñando con el día que pueda llevarte al mar y ver juntos el ocaso. Por la Virgen de la Altagracia te juro que me convertiré en un hombre al que una mujer como tú querrá y dirigirá por buen camino, y junto al cual de la faz eliminarás toda maldad. Enlían a los de buen corazón, pero lentamente aprenderemos y pasaremos la batuta.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

Pico

Pico, pico, Santorico, ¿Quién te ha dado tanto pico? Piquito de pollito. Tez celestial. Aristas rosa. Lánguida pequeñez. Magnífico accidente. Mirada derretidora. ¿Cómo ese cuerpecito puede tener tanto y tan poco a la vez? Intenso invierno que pone la piel de gallina a todo hombre cerca tuyo, dándoles deseos de abrigarse, acurrucarse. Tus esfuerzos intensos por transmitir tu mensaje te han convertido en San Judas Tadeo hecho carne y mujer. No tienes temor en expresar tu amor en circunstancias tan incómodas y apretadas. La dicha que muestras cuando lo haces me da envidia. Deseo ser el recipiente en donde viertes tanta alegría. Cirros que nublan el paisaje de Loma de Cabrera a tus espaldas. Espejos mieles sobre los que se refleja la imagen del mundo. Avizoro tu cuerpo de oro. La brisa mueve tu pelo y deja ver tu blusa, la que tiene como decoración una carta en inglés que relata un deseo de escapar con tu pareja. Dos canquiñas latigosas de andar similar al pogo-stick. Izas la mirada con señal de altanería, y sin embargo también miro al firmamento, buscando aquello en lo que enfocas la mirada. Sólo con pensar que paso mi mano derecha entre tus pechos, se me pone la piel de gallina, creo que mucho más de lo que se te pondría a ti si este sueño se volviera realidad. Intentas pasar desapercibida con tu postura, pero tu hermosura es inescapable a mi mirada. Mi codo derecho tocó tu seno izquierdo. Una mini-vaquerita preparada para montar al pony salvaje. Con cada paso lo mueves más que aquella doña en el comercial de INESPRE "Alimento Para Todos" ¡Arre, Arre, Arre… A rendir los chelitos! Con tu mano recoges a un lado tu pelo que el viento deja desarreglado, dejando entrever tu cuello. Una mordida perfecta para el vampiro que hay en mí. Naciste con dos estacas clavadas en tu pecho y no falleciste. Imagino que ninguna te llegó al corazón. Luces tan bien, que aún estando acompañada, el chofer se atrevió a decir: "¡Que buena está esa niña!"

- Ignacio Cortorreal en Gmail

¿Sólo Por Diversión?

El problema de realizar algo sólo por diversión es ese momento en que el triunfo está al alcance de tu mano. Hay que tener cuidado, pues el subconsciente transforma esa posibilidad de triunfo en un objetivo, cuando inicialmente debió ser una aventura. Entonces, surgen tantas trabas que uno se pregunta "¿Tan dañino y tóxico hubiese sido lograrlo?" --- Ese fracaso se torna el tema favorito de todos los positivistas cercanos a tí. El dolor que representan esos diálogos te hacen darte cuenta que esa herida aún no ha cerrado del todo. Esto te hace recordar otras heridas que aún siguen vivas. Ser abusado espanta personas, y ser muy tímido, también. Unos prefieren vivir al extremo, otros prefieren el término medio. Incluso hay defensores de la teoría del caos y la anarquía: mantener una revolución eterna. Decidir la actitud que genere una revuelta positiva.

Aún cuando el objetivo sea transmitir un mensaje, si existen errores en el modo de comunicarlo, dicho mensaje será impuro.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

viernes, 22 de noviembre de 2013

Sol

Eres un sol que me calienta. Eres la fuerza gravitatoria que mantiene mis pies sobre la tierra. Eres la diosa a la que dirijo todas mis plegarias. Eres el suelo que acaricia las plantas de mis pies descalzos. Eres el amanecer que despierta a la naturaleza y el atardecer que la hace dormir. Eres fuego cruzado en medio de la guerra. Eres compañía necesaria que deseo en mi vida. Eres tan firme como las rocas y activa como las olas del mar; carretera desolada en la cuál pisar el acelerador hasta el fondo; una pista de atletismo para romper el record de 100 metros planos; noche oscura que se cierne sobre todos lo que te aman; huracán que atrae todo a su centro, y lo desecha a su paso; tormenta tropical de la cual no sé si protegerme, o bailar y corretear bajo sus lluvias torrenciales. Eres la pared final al fondo de un callejón sin salida. Eres la emocionante oscuridad de la discoteca; una tigresa de uñas filosas; agresiva como gallo, asesina como beta; jardín de flores silvestres, rosa, clavel, margarita, gladiolo, azucena, violeta, orquídea, tulipán… Eres el bosque retorcido de la liga de leyendas. Eres la brisa que me hace perder el equilibrio mientras troto en las arenas de una playa en Las Garitas. Eres ese vehículo que frena justamente frente a mí y me asusta mientras trato de cruzar la Lincoln. Eres todas y cada una de las mariposas que revolotean en mi interior. Eres ese muro frente a la OMSA del Perla con el que chocan muchos carros. Eres esa cama en la que deseo echar una siesta despues del almuerzo; el toldo que me cubre del sol y la llovizna, árbol de gran sombra. Eres extensos campos de caña dulce y brava. Eres esa piscina en la deseo aprender a nadar. Eres el peluche que siempre quise y nunca tuve. Eres el conjunto de estrellas que habitan en el firmamento. Eres el arcoiris que decora el paisaje luego de la lluvia. Eres el rocio que acaricia las hojas de las plantas en la mañana; eres el aliento frío de la navidad; sangre de mi sangre, carne de mi carne, que nunca pensé contemplar de esta forma. Eres esa nota discordante que llama la atención de quien escucha tu melodía. Eres la uva más púrpura de todo el viñedo. Eres ese conjunto de cinco péndulos, de los cuales dos se balancean constantemente y notoriamente. Eres la hormiga atómica, fuerte y diminuta. Eres la flor que nace en terreno baldío. Eres esa película que me hizo llorar. Eres el espectro de luz atrapado por la atmósfera que da al cielo color azul. Eres la porción de tierra que besaré al salvarme de mi náufragio. Eres la primera pesca del día. Eres la hermosura caótica que veo en las obras de Picasso y Dalí; el disfraz del efecto Doppler de Sheldon Cooper. Eres el grito de guerra que levanta la moral de los soldados. Eres el arco y la flecha de Sagitario; un dueto de frambuesas y rosas azules; la cascada del Salto del Limón; una muñeca sin cara; el guineo de Boca Chica; la tierra vista desde la estratósfera. Eres ese símbolo de suma que olvidé usar en la ecuación algebráica que resolví erróneamente. Eres ese punto en la i que me obsesiona colocar. Eres el par de zancos de un equilibrista; la cima del Pico Duarte. Eres la escalera que lleva al cielo. Eres una repostería repleta de deliciosos pasteles… Eres la dulzura de la niñez, el ímpetu de la juventud, la indecisión en la adultez. Eres un arrecife repleto de corales; roca lisa de río. Eres esa fuerza que inspira a la gente a hacer cosas imposibles. Eres todo lo que desprecio que es bello. Eres el temor a lo desconocido. Eres la montaña que no quiso ir a Mahoma. Eres el porvenir que me da la espalda y del que tengo que tirar fuertemente de sus hombros para que voltee a mirarme a la cara. Eres aquel ángel de nieve que nunca formaré.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

jueves, 21 de noviembre de 2013

Plantita

Veo una camioneta. En su cama lleva una solitaria planta de la que no conozco su tipo. La brisa que genera el movimiento del vehículo hace que sus pocas ramas se balanceen graciosamente mientras su tronco permanece firme. Un espectáculo digno de ver. Mientras contemplo esta escena, no puedo dejar de recordar las veces en las que un fuerte viento ha hecho lo mismo con los filamentos de tu pelo mientras te mantienes erguida, como leona al acecho. Hago el intento de describir lo que siento cuando te veo, pero cada vez se hace más difícil. Pantalones jeans, común; blusa semitransparente, común; cuerpo delgado, común; celofén de bronce, común; entonces, ¿Por qué rayos esas cosas comúnes generan este sentimiento único, diferente, sin igual? Y ni hablar de tus curvas. Definitivamente he visto mejores, pero son las tuyas las que no se me quieren salir de mi cabeza. Me muero por entender esa atracción que generas y se me dificulta explicar. Es como si fuera una cualidad del instinto de percibir presencias espirituales fuertes y benignas a su alrededor, que además comúnmente están asociadas a entidades físicas saludables. Por eso es que rara vez la belleza miente. Así como la belleza evoluciona, también lo hace la capacidad de percibirla, por eso podemos encontrarla en los lugares más inesperados. Junto a ti se posan dos chicas más, igual de bellas como tú. "La belleza atrae más belleza", creo que así dice el dicho. La Santa María, La Pinta, y La Niña: tres carabelas que dejan a mi América al descubierto. Una santísima trinidad. ¡Cuanto frustra no tener nada más que decir! Blusa de líneas amarillas, rosadas y cremas formando cuadrículas, que deja entrever parte de los bustos que debería ocultar. Estoy en un eterno combate y debo aprender a reusar las habilidades que estoy aprendiendo, a veces usando un rol flexible; otras veces, un rol rígido. Aunque frecuente en acciones bipolares, debo mantenerme saltando entre ambos extremos: serio y divertido, e ir perfeccionando las formas en que lo transmito mi estado de ánimo.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

Gordita

Gordita, redondita y mulata, como bizcocho de chocolate. Su piel y su carita son ricas como las hojuelitas. Delicada como porcelana, firme como muralla. Quiero causar una inundación de palabras que digan cosas bellas de tí. A pesar de mis deseos, se me hace imposible reducir tanta hermosura a palabras, pero este deseo de describirte no se me quita. Esa pollina tan grande y larga te sirve perfectamente como protección solar y facial. Tanta belleza me intimida, me aterra, me pone a temblar. Tengo que cerrar los ojos y respirar profundamente durante un minuto para controlar lo que siento al saber que tanta hermosura está al alcance de mi mano, como un sabroso pastel, como un maletín abierto lleno de miles de dólares. Tal es la emoción que me haces sentir. Chocolate es lo que pienso al verte. La redonda faz de eclipse solar enfoca sus penumbras sobre la llanura por la que camino. A lo lejos diviso dos grandes montañas eregidas por el hombre, en cuyos topes existen helipuertos capaces de soportar un jet AV-8B Harrier II. Oigo tu voz y mi pecho quiere reventar. El pensar en tí de esa manera me tiene desenfocado en todo. Quisiera ir corriendo a casa y dormir, y que el sueño se lleve todos estos sentimientos, pero todavía falta mucho tiempo antes de salir. Cada segundo se convierte en una larga tortura. ¡Que alguien me arranque este sentimiento de raiz, por favor! Este descontrol me hace desear un corazón hueco. Lo triste de este caso es que presiento que el tiempo de descanso no será suficiente. Necesitaré tres o más noches para por lo menos deshacerme de tu recuerdo. Como siempre, todo sigue igual y nunca pasa nada que salga de lo normal. Esta emoción que siento no sé si la produce la belleza que tengo cerca, o la hermosura que me queda lejos.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

Asesinos De Ilusiones

Oh Dios, ¿Por qué tienen que hablar? ¿Por que no dejan la mente volando? ¿Por qué tienen que hacer las aclaraciones? Quizás lo hagan porque disfrutan ver la cara de despecho que ponemos los soñadores cuando ellos intentan destrozar nuestros sueños. ¿Cuál es la reacción correcta? ¿Evitar todo contacto posible? Lo dudo, pues ya tengo bastantes pruebas de que eso no ayuda. ¿Seguir como si nada hubiese ocurrido? Tarde o temprano notarán que sigo alimentando mi sueño en las sombras, y mi obstinación los alejará; entonces, estaré solo. Debe ser como la sexta vez que me intereso en personas de tal categoría. Se me hace difícil manejar este tipo de contacto, pues no abunda en mi vida. Tomar las riendas de una situación de la que dependan más personas tampoco me es muy común. ¿Por qué usaste esa frase? Sólo la he escuchado en personas que se sienten superiores a mí. Odio ese sentimiento, y mucho más cuando el recipiente de este odio es alguien a quien aprecio. Cuando hablas así, recuerdo las supuestas cualidades de los que se creen ser líderes. Esos que creen que repetiendo palabras bonitas sin nada de sentimiento pueden efectuar cambios positivos en la vida de las personas. Ah, claro, mala mía. Por supuesto que son máquinas repetidoras cargadas de sentimiento, pero de odio. Es como mirar un paraíso al que nunca podrás ir. Parece que es necesario intercambiar golpes para poder entender a los demás.

Espero que cuando pongas tu obstinación en contra de su amistad en la balanza del provecho, puedas decidir más claramente cuál de ambas es más importante en tu vida. Tener interés en multiples cosas es algo muy común. No eres líder ni tienes hambre de ello. Si no tienes ni idea de como hacerlo, deja a los que tengan alguna, que por más insignificante que sea, es mejor que la tuya, que es ninguna. Sabes muy bien que el sentimiento es importante, mas no suficiente. El mundo tiene muchas cosas agradables como para que no tengas que enfocarte tanto en algo que tenga una cualidad que tanto repudias. Debes entender que todas las cosas agradables de este mundo no te pertenecerán, pero debes agradecer la dicha de poder contemplarlas de alguna forma, dicha que se les niega a los presos, pero tú aún eres libre.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Primera

Aún cuando no es ni la primera ni la segunda ni la tercera vez que paso cerca de tí, mi corazón bombea como si nunca te hubiese visto. Aún cuando no eres blanca, ante tí soy más negro que la noche. Tanto miedo tengo de deambular en las penumbras nocturas como tú, pero más miedo tengo de perderte en la oscuridad y no volver a verte nunca más. Niña bella, sola en la carretera, como la primera flor de la primavera. La cascada de tu pelo cae apacible y se dispersa sobre tus hombros. Delicadas extremidades sobresalen de la tela circular que viste la parte inferior de la escultura de diosa Venus que representas. Tu singular dueto toráxico se balancea cual pareja bailando merengue al compás de tus pasos. Entre ruedos y pretinas se vislumbra el lugar donde en el pasado existió la raíz de un cordón umbilical, ahora adornado con un pequeño arete en forma de crucifijo. ¡Crucifícame ahí, mi amor! Al delinear con mis ojos tu pose, mis ojos dibujan una ruta ondulada, como la de una culebra. ¿Qué pensamiento te hizo apretar tan sensualmente esos labios carmesí? Tu mano en la cintura forma el asa de la jarra en la que quiero tomar una espumosa cerveza. Imagino que te ayuda a levantarlos aún más de lo que ya están… Lo más torturoso es mirar de cerca a una mujer que sabe que te gusta, y no escatima esfuerzos para insinuar facial y corporalmente su desinterés hacia tí. ¡Ah, que abdomen tan plano tienes! Aún estando encorvada hacia adelante, no deja de lucir plano. Con tu diminuta estatura, pareces un Hershey's con cual quiero endulzar mi paladar. Tu rostro me hace pensar en Ludwika Paleta de Carrusel… ¡Cuantos Cirilos sufrimos de mal de amor por tí! Tu pelo lacio que hipnotiza, desarreglado por esta brisa navideña. Tus grandes senos ahogados por lo pequeña que les queda tu blusa, tan colorida como los adornos de la navidad. Un ligero roce que me permite acariciar levemente tus nalgas. Agarras tu pelo y lo usas para cubrir tu nariz y boca, y luego me lanzas una mirada fugaz, que deja tieso hasta el pensamiento.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

lunes, 18 de noviembre de 2013

Láctea

Tu cuerpo no es el que prefieren los diseñadores de moda para exhibir las prendas que crean, pero sí es del tipo que le encantaban a los artistas clásicos para pintar sus obras de arte. Eres de esas mujeres que rechazan a cualquiera que no le brinde beneficio o te pueda hacer un favor fuera de lo común. Recientemente me contactaste, y no puedo dejar de pensar en ello. ¿Por qué me contactas? ¿Aún intentas seguir mortificándome? No sabes el gran esfuerzo que hago para olvidarte, y tú, por arte de magia, quieres aparecer en mi radar. Vivimos momentos que jamás olvidaré, y me parecería grato volver a repetir. Esa será por siempre mi intención. Tez lactosa de presión inglesa extra. ¿Serás sueca, australiana, o francesa? Lo digo por tu belleza. Eres de clase extraña, que rara vez aparece en Républica Dominicana, a no ser por el Turismo. Por eso pienso que eres extranjera. Haces de luces solares brotan de tu retoño superior. Puntos luminosos en tu chaqueta, cual si fueran bombillos navideños adornado la hermosa guirnalda de tu ser, con una pose que pareciera que quieres romper tu cintura y al mismo tiempo mostrar las decoraciones luminosas de tu zapatilla derecha. ¡Hasta tus gafas tienen escarcha! Dormir sobre tí sería un sueño placentero, pero dudo que puedas soportar mi peso. Y tú no lo harías sobre mí por ser incómodo para tí. Al verte de lado, se nota una protuberancia en tu labio superior, como en Los Simpsons, y otra más abajo, muy lejos de allí… Miré a otra dirección y no sé que fue lo que ví que me hizo pensar en tí. Al destino le encanta torturar con recuerdos ingratos. Leve movimiento de caderas al agitar tus rodillas en señal de impaciencia, como haciendo minisaltitos. Licras negras en piernas bien formadas: no pasa un día sin que las vea. Que molesto es querer ver un rostro y que haya un obstáculo impidiéndolo. Tan delgada que te rompería con la mirada. La clase se te nota por encima de tu ropa sencilla. En la forma por la que caminas por el pasillo del Metro, en la forma en la que cuidas tu pelo y tu cutis. Como caída del cielo, te sientas cerca de mí. Me siento tan intimidado por tu presencia, que lo único que puedo hacer es escribir estas líneas. Te agarras la cabeza, como si estuvieras preocupada, para luego bromear y sonreir, como si nada hubiese ocurrido.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

domingo, 17 de noviembre de 2013

No era tan malo cuando te lo comiste

Sabía que no era tan malo lo probé, pero ¿Por qué ahora me duele tanto? ¿Cómo puedo destruir esta necesidad? ¿Acaso debo volverme anormal o inválido? ¿Por qué me siento engañado, si ya había decidido hace tiempo que viviría esto? ¿Será que mi carácter depende de cuanto chismeen los demás? Aún conociendo que las oportunidades son infinitas, no puedo sentirme seguro de ninguna. No me sirve de mucho conocer un camino que no recuerdo haber recorrido. Sólo quizás sentir una esperanza ciega de la que me puedo sostener para intentar avanzar en este incierto camino de la vida.

No me digas que te encariñaste con ello. Hace mucho tiempo que notaste para lo que daba, y aún así sigues haciéndolo. Todo ser vivo tiene necesidades que no pueden eliminarse, no si son entidades normales. Y aún si lo logras, eso no te asegurará la felicidad, la cual no es una meta, sino un camino. Si estuvieras solo en el universo, la necesidad de resaltar en el mundo no existiría. Lamentablemente no estás solo. Y debes mejorar la forma en cómo vives con este obstáculo.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

sábado, 16 de noviembre de 2013

Bebé

En mi infancia me encantaban los columpios. Me gustaría construir uno en tus firmes pinos, y mecerme entre ellos. Pensarás que me fijo en cosas superfluas, pero que lindos son los remos que impulsan tu canoa a través del mar de gente en esta sociedad. Tan larga y con tantas curvas, como la Autovía del Este. Tan bella con esa blusa roja roja de vuelos y esos jeans azul apretados. Quería que pasaras cerca mío para decirtelo, pero te desviaste. Me dejaste con todo ese gusto adentro. Con tu pelo recogido en un tubi, sacas tu maquillaje dentro de un carro público y das pinceladas realzantes a tu belleza facial. Cuantas ganas de desarreglarte y ponerte fea… ¡Tubi con gafas de sol! Fue un momento en que bailé entre burla y furia, hasta que ví lo que hiciste con tu boca. Entonces sentí lujuria. Dos jagüas maduras colgando apaciblemente del árbol de tu cuerpo, me traen recuerdos de un médico que dijo que son un buen deurético. Tu pose emula una pinza de cejas, con largos brazos apoyados de sus cabezas, nunca apartando mi vista de su eje común. ¿Qué haces para mantenerte tan bella? ¿Te bañas con elíxir? ¿Te enjabonas con flores? ¿Te secas con algodón? Pareciera que tu brillo atraviesa el cristal opaco de la multitud. Tu cadencia minimiza la Danza del Hada de Azúcar. Te vi frente a mí, y me pareció tener cerca a Jessica Ennis. A tu cuerpo quiero contemplarlo, apretarlo, abrazarlo, besarlo hasta que no pueda más. Me miraste y me sentí impotente. No tengo idea de cómo enamorarte y lograr que me ames. Si tan solo conociera las palabras precisas que me guiarían a través del camino para llegar a tu corazón, fuera el hombre más felíz del mundo. Te veo descanzando recostada de una pared. Quisiera tenerte recostada a mí, con tus brazos en mi cuello y los míos en tu cintura, mirándonos a los ojo, compartiendo secretos telepáticamente. Recorrer tu llanura hasta llegar a tu manantial y allí descansar. Tienes los dedos de los pies delicadamente arreglados. Me siento en el cielo al ver tu piel blanca como las nubes. El simple hecho de reconocer mi diferencia en belleza cuando me comparo contigo, me recuerda que me eres inalcanzable.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

jueves, 14 de noviembre de 2013

Zebra

Cola de caballo. Vestida de listas blancas y negras, como las zebras. Eres de paso fino. Con belleza parecida a la tuya, Helena provocó la guerra en la que nació el Caballo de Troya. ¡Cuánto me encanta tu paso! Principalmente, por la forma en la que hace bailar a tu minifalda. Un sencillo pero bello collar adorna tu escote. Y al mirarlo, se infiltra tu boca a mi campo de visión. Esa entrusa que siempre me hace pensar en fresas, frambuesas y cerezas. Te sientas a mi lado y siento como tus curvas fabulosas se deforman ante lo apretada de nuestra situación. Situación por la que me siento agradecido, pues te mantiene pegada a mí. ¿Alguna vez has bebido de una copa levantándola sólo de su tallo? De esa misma manera anhelo posar mis manos en tu cintura, acercar mi boca al borde de tu cáliz, y beber de tu licor hasta quedar ebrio de amor. Luces tan ligera que podría cargarte en mis brazos y llevarte al fin del mundo. Una libélula que pulula por el follaje, despreocupada del mundo que le rodea, especialmente de mí. Tu atuendo tiene diminutos puntos amarillos, por eso al verte pienso que estás arropada de un cielo nocturno adornado de estrellas luminosas. Apoyas tu mano en tus caderas y esta acción hace que me percate de la elevación que tiene, de la que no me había percadado por estar absorto al mirar tu caminar. Me miras de lado, cuál alcón en caza, y esbozas un gesto alegre que atrae mi mirada: el perfecto imán masculino. El reflejo de la luna le da un brillo púrpura a las elevaciones y terrenos irregulares presentes en la cordillera de tu cuerpo. Mientras imaginaba esto, te moviste y pensé que había ocurrido un terremoto. ¡Cómo se movían esas elevaciones! Quisiera ser el agua que moja tu cuerpo mientras te bañas; el jabón con el que te limpias; la toalla con la que te secas. Recorrer cada rincón del laberinto de tu cuerpo, y nunca encontrar la salida. Parecemos caninos y/o felinos cuando rozamos nuestras narices, antes de robarte un beso chupando tu labio inferior. Te quejas de que soy algo rústico, pero en ningún momento me dices que no lo vuelva a hacer, malvada. Las Notas de Caramelos de Cianuro representan mi actual estado mental. Si me concedieran un deseo como a aladino, pediría estar contigo. No me importa que me digas cursi, siempre y cuando me quieras. Quisiera jugar a las escondidas y ocultarme bajo tu blusa, y de ahí no salir nunca. No camines tan rápido. Hazlo a una distancia en la que pueda contemplar todo tu esplendor. Expremir ese par de toronjas con mis manos, hasta sacar la última gota de jugo cítrico, endulzarlo con la miel que brota de tus poros, y tomarlo sorbo a sorbo. Como serpiente, quiero trepar por tí, cual si fueras el árbol de la vida, y darle un mordisco a tu fruta prohibida. Atravesarte, como lo hacen con los corazones las flechas de Cupido. Clavarme en lo más profundo de tu piscina. Sembrar mi semilla en tu tierra fértil y cosechar los frutos de la Madre Naturaleza. Tus obeliscos guían mi barco a atracar en tu puerto. No eres mía, pero no eso dejas de seguir siendo tan bella, hermosa, y atractiva. Se nota la larga trayectoria que en tu vida has recorrido, y aún así, cuando te miro, me siento enamorado. Aún así, todo luce firme en tí, desde tu carácter hasta tus…

- Ignacio Cortorreal en Gmail

Desenfoque Total

Situaciones repetidas siguen siendo causa de mi desenfoque, y aún no me acostumbro a seguir tropezando con la misma piedra. Yo debería de poder moverme como el agua entre ese bucle anonadante, pero sigo quedandome perplejo ante situaciones que desconozco. Es como caminar a ciegas en terreno desconocido.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

¿Por qué tanta prisa?

Finalmente, mostraste mucha prisa el día de hoy. Una prisa similar a la que me hace cometer errores de los que me arrepiento de por vida. Estos son los momentos fuertes de mi vida, en los que me deprimo y tengo que trabajar yo mismo con mi propio consuelo. Darme a mí mismo una palmada en mi hombro, abrazarme a mí mismo. Son penas que se generan de los momentos más simples y estúpidos de mi vida. El que no se arriesga, no gana. El que no comete errores, no aprende. Sin dolor no te haces feliz. Es que me molesta tanto sentirme seguro de haber dado un paso firme, para luego desplomarme tan trágicamente que me da vergüenza dar la cara, ya que ese fallo genera un cúmulo de malentendidos que dañan mi imagen, la que a duras penas trato de corregir. Tantas cosas bellas en las que puedo pensar, de las que puedo escribir, y sin embargo este sentimiento de pena y vergüenza persiste y se mantiene vigente en mi mente, y no me quiere dejar libre. Espero que sea tomado como un simple malentendido, pero la oportunidad perdida rara vez vuelve atrás. Es como el concón que se queda pegado fuertemente en el caldero que debes limpiar. Tratar de removerlo da dentera. Cuando me siento así, se me dificulta pensar en la belleza del mundo que me rodea. Tengo que aprender a vivir con ese dolor, soportarlo, y desarrollar habilidades para hacer que pase y se consuma rápido, pues ese dolor no desaparece instantáneamente, como si fuera un acto de magia. Pude sentir el rechazo de los que me vieron cometer los errores. Debo aprender a vivir con ello. El dolor que siento es como un tanque de riego lleno de agua sucia. La rapidez con la que sale agua limpia dependerá de: (1) sacar el agua sucia, (2) evitar más partículas contaminantes, (3) echar suficiente agua limpia. Mi tanque se estaba llenando de agua limpia, pero recibió un golpe que desprendió partículas contaminantes que estaban adheridas en sus paredes, ensuciando así el agua que tenía. Así como ocurrió un suceso doloroso que me contaminó, también se necesita otro aún más doloroso para limpiarme. De nada vale el agua limpia si el contaminante está presente. De nada vale retirar el contaminante si el agua sucia permanece en el tanque. Cometí un error. Aprendí cuál fue mi error. Pero no estoy seguro de que puedo evitar repetirlo. La confianza se desplomó. Como un bebé que llora cuando cambia su zona de comfort.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Musical

Comienzo mi día tocando una melodía en tu cuerpo de guitarra, más similar a un violinchero. Hoy tus retoños de flores están arropados de un brillo escarlata más intenso que el de delicadas rosas. Deseo ver qué puede hacer la atleta de alto rendimiento que hay en tu ser. ¿Atletismo? ¿Natación? Alguna acctividad física debes haber realizados para acenturar de tal escandaloso modo las curvas de la autopista que recorre alrededor de tu cuerpo. Recuerdo lo mucho que te deseaba en mi pubertad, y ahora que te veo así en mi adultez, te deseo aún más. Ligera como una pluma, flexible como la goma, moldeable como arcilla. Solo las manos del mejor artesano podría crear tu figura divina. Tu cortisimo atuendo acentúa cual largas lucen tus piernas de flamenco. Podría durar un día completo tratando de recorrerlas con mis manos desde tu cintura hasta tus dedos, y me faltaría recorrido. ¡Que largas son! Oh, ¿Por qué tomaste esa pose que tanto me incita y excita? Para distraerme y olvidar este sentimiento, trato de seguir la ruta que toma tu largo y saludable pelo, pero lamentablemente la ruta termina en dos grandes zonas que me vuelven libidinoso al contemplarlas. Veo descansar tu mano en el hombro de un caballero. Esta acción me hace sentir celos. Te veo su hombro apretar como diciendo que es de tu propiedad. Estas ansias locas de que esa mano me haga lo mismo me quiere matar. ¡Suéltalo, …ño! Tu caminar balancea tus caderas como columpio (fuin, fuan), como el péndulo que utiliza un psiquiatra para hipnotizarme (fuin, fuan). Tu pelo de bronce me hace imaginar que defiendes a Atena como toda una Dama de Zodiaco. Si pudieras proyectar la tonalidad de tus ojos en todo lo que miras, la ciudad se conviertiera en un bello bosque. Te sobresale un poco de grasita a ambos lados de tu barriguita, mi zona favorita para hacerte cosquillitas. La forma en que sonries mientras modelas la florecita que adorna tu cabecita, me hace sentir maripositas en mi barriguita. (Es barrigota, pero no rima) Parece ser que tus labios están resecos, quizas por esto sacaste disimuladamente tu lengua y la pasaste sobre ellos. ¡Que sexy se ve eso! Parece que esa piedra en tu collar quiere esconderse en la ranuja que se dibuja entre tus pechos tan protuberados que pareciera que quisieran despenderse de tí en dirección tangencial al exterior de la tierra. Los miro fijamente, y parece que tienes frío… Me aterra pensar que esas dos puntas de alfiler que los adornan salgan disparadas y se entierren en mis ojos. Luce tan suave la piel de tu cara que quiero acariciarla. No importa la posición en que estés: de frente, de lado, de espaldas… ninguna apagará este fuego interno que se enciende al tenerte cerca de mí. Al acercarte a mí, ese fuego se vuelve volcán, y cuando me abrazas brilla como un sol. Me alelo al ver el movimiento serpentinesco de tu pelo mientras te alejas. Y mientras lo veo, pienso que me inyectas tu veneno de un mordisco. Observo tu talle con detalle y su medida hace que me por tí me desmaye. La punta de la torre Eiffel que se delinea en el interior de tus piernas deja pasar un haz del luz cargado de magnetismo ocular que atrae mi vista a su cúspide. Te veo de frente y presencio a mi heroína de los juegos del hambre de amor que tengo por tí. Por tu delgadez creo que tienes hambre también. Otra vez humedeces tus labios… Juego con tu mirada en los bordes de las paredes, y alrededor de los postes, mientras me quedo preplejo contemplando ese lunar junto a tu boca. Al mirar las uñas en tus zapatillas encuentro la razón de ser de la piedra en tu collar. Me invitas como acompañante a un corto viaje de negocios y me pregunto si son excusas para estar junto a mí. Quizás sea que me tienes una alta estima. Tal parece que tendré que pasar otra vez por la desdicha de ver como me bajan de un pedestal. Yo, sin embargo, te mantendré en mi pedestal mientras vida tenga, pues es muy difícil y duro vivir sin tener a quien adorar. He percibido ese patrón de acciones en otras ocasiones, y es un patrón de rechazo. Es un pensamiento triste que intento reemplazar con tu belleza, esa belleza que mantiene mi mente atada a tí. Son muchas las bardas que debo saltar para llegar a tí. No entiendo por qué debe ser tán difícil estar en contacto. ¿Crees que no percibí tu rechazo, o quizás lo hiciste para ponerme a prueba? A veces siento que lo mejor sería contemplarte evitando esperar o generar cualquier respuesta de tu parte, como cuando miro las estrellas, como cuando enfoco en el cielo, como cuando miro las plantas, como cuando observo el cauce de un río, como las olas del mar, las flores de un jardín.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

martes, 12 de noviembre de 2013

Know Less

Descomunal. Bestial. Imponente. Grandiosa. Estas son las palabras que mi cerebro generó instantáneamente al verte. Tu look me hace pensar que quieres competir contra Beyoncé en cuanto a silueta se refiere, desde tus tacones hasta tu cabello, haciendo sensual énfasis en tus partes más voluptuosas… Deseo caminar por entre tu majestuoso pasillo posterior y degustar los productos que despliegan en tus anaqueles alrededor. Me es difícil explicarlo, pero en tí se conjugan lo fuerte y lo frágil. Simultáneamente. Al mismo tiempo. Como un Yin-Yang. Quisiera pensar que las fuertes palabras que salen de tu boca sean con la intención de incrementar la conexión empática entre nosotros, pero me aterra pensar que dé rienda suelta a mi boca sucia y que tú no lo tomes por el lado amable. Esos dos robustos robles de cara al ocaso son mecidos por tu voluntad, y por encima de sus copas se puede percibir como la luna se zambulle para dar paso a la tenebrosa noche. Boca carnosa y sensual que quiero probar. Brazos bien formados que en mi cuello quiero ver enlazados. Ojos forestales capaces de dar miradas fatales. Al verte con cara de preocupación, más deseo darte amor. No eres tú la que se mueve, el mundo baila ante tí. Wow, que exquisito se ve ese espacio entre tus robles... Cada uno de los filamentos que adornan tu cabeza danzan como si tuvieran vida propia, dirigidos por la melodiosa composición emanada de tus cuerdas vocales. No sé como te cayeron mis palabras, pero si juzgo basándome en las tuyas, la impresión que dejé no fue grata, y el sentimiento que me dejaste fue grato. Desearía ser pintor para poder dibujarte a vivo color, aunque no tendría forma de atrapar tu olor. Si fueras un Formula 1, ganarías mucho más que Schumacher por tener tremendo motor…

Edad

Tu edad se nota en tu cara, pero no lo suficiente como para no desear besarla con placer. A tu edad, tienes un cuerpo que muchas niñas quisieran poseer. Esa es la razón por la que pensé que eras menor de edad cuando te vi. La brisa alborota tu pelo, que aun en ese estado, no deja de ser bello. Me gustaría halartelo, pero me da miedo rompertelo. Mi cama es un poco incómoda, pero estoy seguro que dormir con ese par de almohadas que tienes en tu pecho me darían un sueño placentero. Esas almohadas me harían soñar en cómo sería vivir acurrucado a tí por siempre y hasta el fin de nuestros días. Siempre intento tenerte en frente de mí, para poder apreciarte en su máximo esplendor. Sin embargo, no puedo evitar verte de espaldas, ya que siempre te veo avanzas hacia adelante. Y avanzas de una manera tan imponente, que pareciera que quieres destrozar con tu cuerpo todo lo que se atraviese en tu camino. Estoy seguro que ese caminar es el causante de cuán tonificada está tu silueta. Pareces que estás cansada. Te veo sentada y noto que tu abdomen no encaja con lo esplendoroso de tu cuerpo. Es tan plano que solo imagino el gran esfuerzo que debes hacer para mantenerte en equilibro con esos senos… Te veo mirando al horizonte y hablando contigo misma. Me pregunto si estás repasando alguna exposición que debas realizar en clase, o si quizás estás calculando tus gastos monetarios. Una dama inteligente. ¡Cuánto no quisiera yo poder acariciar tu pelo! Te pones tus gafas de sol y al verte de frente, en ellas veo la patética figura de un hombre que se muere por besar tu boca. Como si pudieras leer mi pensamiento, giras la cabeza y de esa forma dejé de ver mi reflejo. Decido entonces también girar mi cabeza hacia un lado opuesto al que la giraste. Y tal cual torturador, vuelves a enfocar tus gafas en mí y percibo mi reflejo. Mientras me concentro de nuevo en mi anterior reflejo, bajas tus gafas y me miras por encima de ellas, con una mirada malévola y de júbilo, que me pareció que fueras capaz de enviar con ella impulsos eléctricos que recorrieron toda mi espina dorsal y momentaneamente me hicieron temblar. Tus bellos labios dejan entrever una ligera sonrisa de satisfacción y vuelves a desviar la mirada. Como siempre, perdí en el juego de las mirada. Esto me da una rabia tan grande que quisiera azotarte… tiernamente. Te veo charlar con otras mujeres hermosas, y tu ligera sonrisa incrementa de forma tan angelical, que se me aguan los ojos por ser tan dichoso de presenciar tan beato evento. Miro tus gluteos, y se me dificulta no pensar en vulgaridades, ya que me he criado rodeado de ellas, impidiendome de vez en cuando generar frases bellas. Pero tenlo por seguro que estoy haciendo un gran esfuerzo para que todo lo que salga de mi boca sobre tí sean solo cosas bellas y hermosas.

Fantasía

Desde hace un buen tiempo para acá, mi deseo más intenso ha sido tenerte cerca de mí lo más privado posible. En estos momentos no sé si mi interés por esa cercanía está basado en lo atractivo de tu cuerpo o por tu forma de ser, pero no puedo negar el efecto que tu magnetismo ejerce en mí. Lanzas una mirada hacia mi dirección, y aunque no es la primera vez que lo haces, no puedo dejar de sentirme emocionado por la posibilidad de que tú quieras estar conmigo, pero se que todo es una ilusión generada por mi loca cabecita inundada por los fuertes sentimientos que tengo por tí. Aun estando tan lejos de mí, tienes ese poder que te permite despertarme a media noche y hacer que piense en tí mientras me desvelo. ¿Acaso tú también te despertarias por eso? De ser así, sería una bonita historia mágica en verdad, una que demuestra lo conectado que estamos; pero esto no deja de ser más que una simple fantasía. Mi simple fantasía. Esa fantasía de que me desperté a media noche porque estabas pensando intensamente en mí en ese preciso momento. Sólo de pensarlo, por mi cuerpo recorre una electricidad que me deja tieso…

Y, tratando de olvidar estas ilusiones, intento dormir nuevamente.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Apetito

Tu estatura me intimida. Pareces un recorte extraído de una revista de moda. Intento verte desde todos los ángulos que me sean posibles, y no puedo encontrar una sola imperfección en tí. Diminutos rayos y centellas en tu cabello son sólo la vista preliminar de la tormenta que tu mera presencia genera en mi débil corazón. De no ser por la paz que se manifiesta en mí al mirar las flores en tu atuendo, viviera en una tempestad descontrolada. No entiendo cómo tu cuerpo puede soportar tanta belleza sin estallar como bomba atómica. Por más incómodo que sea el asiento, imagino que deberías sentirlo muy acolchadito. Pienso en esto se me escapa un suspiro… Esa forma en la que me miras de reojo y recorres tu vista por todos los alrededores, para luego de unos minutos volverme a mirar de reojo, me hace tener la idea de que puedes tener un ligero interés en mí. ¡Ay de mí si caigo en esa trampa! Siempre sufro cuando me siento muy seguro. Por eso prefiero seguir amándote así, sin que lo sepas. Tengo miedo que este sentimiento contenido me de gripe y me enferme, aunque de ser así, un buen par de naranjas repletas de vitamina C me ayudarían bastante… Nunca me había acercado tanto a tí como para poder contemplar lo apetitosa que luce tu boca: suave como algodon, tierna como una rosa, y tan carnosa que se hace agua mi boca. Accidentalmente tu mano rozó con la mía. Me miraste y te miré, y compartimos una sonrisa. No te imaginas cuanto desee apretarte entre mis brazos desde aquel momento, y bajarte desde esos dos altos alfileres a los que subiste. Esos que permiten que tu mirada se nivele con la mía. Te veo caminar por la calle. ¡Cuánto no daría yo por ver que una fuerte ventisca haga que tu vestimenta muestre más de lo que debe! Tu blusa de tiros me hace desear tomar la temperatura de la piel que te deja al descubierto. ¿Sentirías cosquillas en ese esbelto cuello? Al verte de espaldas, se me ha difícil no bajar la mirada y hundirme en una gran sumisión al percibir desde ahí el magnífico poder que posees. A veces pienso que tenerte tan cerca es un regalo de Dios para que deje de pensar en las cosas malas de la vida y enfocarme en las buenas… pero sólo hasta el momento en que te alejas. Veo a un par de tortolos abrazados y me pregunto cómo se sentiría abrazarte. Estoy seguro de que temblaría mucho más de lo que tiemblo tan solo de pensarlo. Sueño con poder acariciar toda tu cara utilizando la mía, y bromear chocando tus anteojos con los míos. El hombre más desdichado del mundo luego de contemplar tu cuerpo, entenderá que tiene un propósito más grande en la vida, aunque no lo vea, lo siente. Esa es la clase de emoción que genera tu presencia. Y justo en este momento es cuando me das esa mirada de miedo, una de las que más detesto. No debes de sentirte nunca asustada de mí. Nunca te haría daño. De la única forma en la que yo te mataría, es a besos. :*

- Ignacio Cortorreal en Gmail

Los Intocables

Todo les queda bien. Ay de tí si los corriges… porque poseen todo tipo de instrumentos para defenderse: desde posición y status social, hasta una manada de lacayos dispuestos a hacerlos quedar bien ante tus argumentos. Son aquellos que buscan agriarte en tus momentos más alegres o tranquilos. Nunca les interesa tu opinión. Sólo te escuchan para cumplir requisitos. Te hacen sentir que te acompañan, pero en realidad estás solo. Las cosas que ellos dicen o hacen hay escucharlas, tal y como fuera una obligación de vida o muerte. Mis intenciones de ayudar son invisibles. En sus radares sólo aparecen aquellos que les eleven su status. Aun en los momentos que te corresponden como libres, quieren tener las narices metidas en todo lo que haces, como si no pudieras tener/hacer cosas privadas/personales, como si fueras su esclavo. Si hubiese sabido que tus favores eran tan caros, no hubiese pensado tomarlo. Pero ahora ya lo sé, y los evitaré. ¿Es que acaso no saben lo desagradable que se siente cuando fingen su amabilidad? Es cierto que todo mundo tiene doble cara, pero ¿Acaso no les importa lo que piense de ellos?

Tú lo que eres es un buen envidioso. Quieres tener ese poder que ellos tienen, aunque sólo sea para golpearlos una vez. Ni siquiera tienes el conocimiento necesario para por lo menos aparentar ser intocable. Incluso a tí te gusta ser escuchado. Las dobles caras son una realidad, y aún si estás seguro de que lo puedes demostrar, tus argumentos serían tomados como acoso personal de tu parte.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

Mirón

¿Cómo se sentirá poder acariciar con mis manos tus senos? Esa forma en que me devuelves la mirada debería ser suficiente para asustarme y espantarme, pero lejos de eso me emociona, me intriga, y me motiva a interesarme mucho mas en tí. Tu tez no es la favorita de las reinas de Disney, pero si fueras una, volvería a niño y repetiría sin cesar esa pelicula. Tus licras negras me traen recuerdos de escenas oscuras que iluminaron mi vida. De vez en cuando me pregunto qué tanto te ayuda el sostén. Tu cuerpo se ve tan frágil que cuando pienso en abrazarte creo que podría triturarte. Ah, cuanto desearía poder esculpir tu cara. Es bella la manera en que el mar de tu pelo acaricia la bahía de tu espalda… Al ver tus lentes oscuros, me pregunto si los usas para que no note que me miras con lujuria… Esa blusa semitransparente me hace imaginar que puedo ver tus pensamientos cual si fuera a través de un cristal. A veces quisiera no verte nunca más, no entiendo por qué cuando no te tengo cerca pienso tanto en tí. No se como explicarlo, pero al mirarte en conjunto, siento como un aura que me atrae y al mismo tiempo me dice que no me acerque a tí: la fruta prohibida. La ternura que proyectas es mayor a la de cualquier bebé. Esos dos pilares con los que caminas día a día son la más bella escultura que he visto en mi vida. No sé si eres enfermera o doctora, pero como te queda el blanco, me impresiona. Tengo curiosidad por saber qué tanto aumento tienen tus lentes de nerd. Detrás de esos robustos pilares que te sostienen, se pueden contemplar un par de majestuosas montañas tan grandes que mis ojos no las pueden abarcar. ¿Qué te gustaría que tu pelo cubra: tu frente, o un ojo? ¿Por qué se cubren el ojo derecho? Cuando caminas, tu pelo se agita mucho más que el de la Mujer Maravilla, y tu contoneo es como el de Lara Croft.

Mudo

Es una tortura tenerla tan cerca de mí, y no tener nada que decirle. Es tan bella que temo quedar como un estúpido. Nunca pensé sentirme atraído por una mujer así. Es doloroso no tener algo interesante para contarle, pero piensoo que es aún mas doloroso no volver a verla más y además de esto llevarse un recuerdo desagradable. Su belleza es tal, que podría durar dias devorándola con los ojos. Su voz suena mejor que cualquier composición de Beethoven, Mozart, Debussy… Su figura luce más bella que cualquier obra de Da Vinci, Picasso, Rembrandt… Hay días en que te veo caminar cerca de mí y a veces deseo ser un enfermo mental, sí. Así tendría la excusa de poder tocarte y abrazarte. Tu rostro de perfil me hipnotiza. No soy experto en olores, pero hasta yo puedo percibir que tu aroma esta muy por encima del promedio, y esto me parece apetitoso y agradable. La tristeza que siento en el momento en que te veo partir es más dolorosa que los minutos que permanezco a tu lado sin decirte nada. Oh, cuanto deseo morderte tiernamente, casi como el lobo feroz.

No la conocias antes, y despues de este momento seguirás sin conocerla. El interés es tan común en estos días que no puedes culparla por preferirlo.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Presión Espiritual

Te ignoran. Te hablan con desprecio. Te excluyen de los grupos. Te hablan con indirectas. Te sientes desmotivado. Te miran con desprecio. Piensas que no sirves para nada. Aceptas la culpa de todos tus fracasos. Te sientes pesado y haragán. Tienes miedo de cometer errores y fallar. Carro… Novia… Dinero… Los demás sienten esa inseguridad en tí, y cuando te sientes seguro, son los primeros que critican y se quejan de tus elecciones. Se quejan de que no miras a los ojos, pero ninguno de ellos te mira a los ojos. Tu deseo es tan grande que se nota a distancia. Haces un esfuerzo sobrehumano para contenerlo, pero ellos ignoran ese esfuerzo, o lo malinterpretan y te clasifican como persona peligrosa. Otros quieren arrebatarte lo poco que has logrado. Las personas que se sienten con algo por encima de tí, buscan como restregártelo en tu cara. Quieren hacerte quedar en ridículo por tu raza, anomalías físicas, vejez, mala suerte, o lo que sea de lo que se puedan agarrar para disfrazar lo mal que les caes. El sentimiento tan desagradable que todo esto genera, tiene el poder de desenfocarte. Estoy seguro de que toda esta negatividad debe hacer daño, pero no encuentro una forma agradable de lidiar con ella. Entonces, cuando estás rumbo a desechar esos sentimientos, ellos tratan de hacer las paces contigo, porque no quieren perder a aquel al que pueden marginar, pellizcar, torturar…

Adelante. Así es la vida, así de irónica. Tú también has despreciado a otros. Tienes tiempo para pensar en todas estas estupideces, pero no dedicas tu mente a crear algo nuevo. También sabes que no todos los días son color de rosa. Hay días que la vida tiene un brillo deslumbrante.