miércoles, 27 de noviembre de 2013

Extensión

Quisiera agarrarte por tu pelo de sangriento colorido y arrancarte todas esas extensiones luminosas que decoran ese arbolito que tienes en tu maceta. ¡Santa María, que Pinta tiene esa Niña! Manzana que decora un cerdo asado en una cena navideña; nueces muy duras de romper. Yo sé que me sacarás de tu vida como lo han hecho todos, y aún así me intereso en ti. Me ha pasado tantas veces que ya debería estar acostumbrado a esto, pero por causas que desconozco y no domino, no dejo de pensar en ti. De vez en cuando miro al lugar en donde deberías estar, sintiendo una punzada en mi pecho cada vez que no estás allí. Por poco pierdo un pie en la escalera eléctrica por estar mirándote, para luego ver como te amasan en exceso las paredes del Metro. Es seguro que tus pulmones son más chicos que los míos, y aún así, cada vez que respiras me dejas sin aliento. ¡Me ahogo! ¡Me ahogo! Respiro profundamente diez veces y vuelvo a la normalidad, pero tu belleza se mantiene golpeando mi diafragma, y vaciandolo de aire. Hermosura que me resulta inalcanzable, dado los medios de los que dispongo. Y como si esta tortura no fuera suficiente, tengo que verte día a día. En tu rostro se vislumbra la firmeza capaz de dirigir a una nación por el camino de la prosperidad, ¿Y qué decir de la familia que podrías procrear conmigo? Son palabras que surcan el aire y hacen malabares para llegar a tu mente y corazón, que se pierden en el universo de posibilidades que gira entre nosotros. Mientras tu bailas con la paciencia, yo lucho contra ella a diario. Es tan difícil decir cosas hermosas de tu cuerpo en general. Es como si el cerebro me regañara: "Cállate, maldito. Mírala. Debórala con tus ojos. Haz que tus orbes oculares rueden alrededor de su llanura, que tu iris marrones capturen una instantánea de su figura; que a través de las ventanas de tu alma puedas conectarte con la suya… Quédate quieto y deja que la energía que brota de su cuerpo alcance al tuyo y te refresque como brisa en verano." De esta forma, mi cerebro se pone en huelga creativa cuando te contempla. En ocasiones, cancela el paro laboral por una ligera sonrisa, que gracias al Magnífico nos diste. Es una diminuta pero certera señal de que mis sentimientos te tocaron, aunque haya sido levemente.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

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