domingo, 17 de noviembre de 2013

No era tan malo cuando te lo comiste

Sabía que no era tan malo lo probé, pero ¿Por qué ahora me duele tanto? ¿Cómo puedo destruir esta necesidad? ¿Acaso debo volverme anormal o inválido? ¿Por qué me siento engañado, si ya había decidido hace tiempo que viviría esto? ¿Será que mi carácter depende de cuanto chismeen los demás? Aún conociendo que las oportunidades son infinitas, no puedo sentirme seguro de ninguna. No me sirve de mucho conocer un camino que no recuerdo haber recorrido. Sólo quizás sentir una esperanza ciega de la que me puedo sostener para intentar avanzar en este incierto camino de la vida.

No me digas que te encariñaste con ello. Hace mucho tiempo que notaste para lo que daba, y aún así sigues haciéndolo. Todo ser vivo tiene necesidades que no pueden eliminarse, no si son entidades normales. Y aún si lo logras, eso no te asegurará la felicidad, la cual no es una meta, sino un camino. Si estuvieras solo en el universo, la necesidad de resaltar en el mundo no existiría. Lamentablemente no estás solo. Y debes mejorar la forma en cómo vives con este obstáculo.

- Ignacio Cortorreal en Gmail

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