jueves, 16 de agosto de 2012

Otra vez el Burro a la Carreta

No hay musica que me aliente, no hay juego que me anime, no hay actividad que me satisfaga. Dormir puede ayudar pero, ¿Cómo dormir tranquilamente con ese recuerdo?

Encuentra la fuerza para seguir adelante, para caminar a través de un mundo que te ha etiquetado como maleza solo por los errores cometidos en el pasado.

Lo triste del caso es que hay otros que han cometido actos más atroces y horrendos que los míos; sin embargo, no temen señalarme con el dedo. No infundo miedo. Claro que no, porque no soy un asesino a sangre fría.

No sólo tengo que vivir día a día con lo que no me agrada. Si tan solo tuviera una opción o un camino claro… pero ahí no se acaba todo, porque el "bendito" refrán que dice "a mal tiempo, buena cara" o frases afines es lo que a la gente le gusta restregar en la cara.

No tengo la forma de predecir en todo momento cuál será la frase que me incomodará.

¿Por qué tengo yo que arrastrar esa carreta, cuando todos los demás pueden dejarla tirada tan fácilmente? ¿Por qué diablos detesto lo que me toca? ¿Por qué nunca me canso de hacer preguntas como estas? Preguntas que me he seguido haciendo durante 30 años de vida y aun no les encuentro respuesta.

Siento como viene esa sensación de felicidad, de bienestar. Esa sensación de alivio y conformidad al encontrar una migaja de pan. Como si fuera una carnada en un anzuelo que algo lanza para pescar mi alma y comérsela. No tiene nada de diferente al sentimiento con el que se profesa la famosa fe ciega.

Ah, ¿Y qué de mis sueños fútiles? Esos sueños de grandeza que tratan de arrastrar todo ese orgullo y arrogancia que poco bien me hace, y que ninguno he logrado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario