Se piensa muchos disparates sin sentido porque la mente no puede estar mejor, ella vive en un eterno cansancio por tanto buscar la respuesta al bienestar y a la felicidad y no poder encontrarla. Es evidente que despues de treinta años tropezando con la misma piedra, hay que deducir que esta incertidumbre es una cualidad arraigada en mi y que será difícil de erradicar, no porque yo no quiera, sino que los hábitos no controlados desde la infancia son muy difíciles de eliminar en la adultez.
Escribo estos textos con la esperanza de de entre ellos surja la respuesta millonaria que tanto anhelo para lograr mi bienestar, pero he escrito tanto que la cantidad de lo escrito comprueba sin lugar a dudas que entre todo este conglomerado de palabras sin sentido no puede estar nada que me haga alcanzar el éxito. Está bien de que todo en el mundo parece aleatório, pero en realidad responde a un sistema de proposiciones predecibles.
Si hay alguien que sabe lo que va a pasar, no debe ser llamado suerte; pero si hay muchas personas que no saben lo que ocurrirá, entonces tampoco puede ser llamado destino. Este es otro de los tantos disparates que me llegan a la mente para escribir. De vez en cuando deseo parar esta producción de heces fecales, pero si no las produzco yo, siempre habrá otros que las produzcan de a 2 a 4 veces por día.
- Ignacio Cortorreal en Gmail
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