Renuncio a ello, y a los cuatro meses quiero retornar. Vuelvo a renunciar, y por alguna razón no puedo volver a retomarlo. Y cuando a los cuatro meses quiero volver, en donde antes tenía libertad de andar, hoy es terreno vedado, en donde es prohibido hasta mirarlo y pensar en él.
Ahora mismo quiero renunciar a algo, pero he renunciado tantas veces a eso que no sé a qué le tengo más miedo: si a perderlo para siempre, o a desearlo de nuevo. Quizás mi temor máximo es la combinación de ambos temores…
Hace unos momentos me topé con un tweet que dice: "Cosas acumuladas te llevan a un punto de ebullicion! No lo permitasssss! Expresate, desahogate, se felizzzz"; Sin embargo, esa carga acumulada hace que la explosión sea más grande. Aunque le doy el mérito a que desahogarse y expresarse puede servir de alarma, hay en ocasiones en que una alarma no sirve de nada. El gran reto es pues, prever cuándo usar esta señal es inútil.
¿Es posible o probable que una persona pueda convertirse en el mejor previsor o pronosticador o adivinador del mundo o universo? Si es así, entonces ya sé en cuál rama quiero tener mi PhD.
[Sun, Dec 18, 2011 12:25:00]
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