lunes, 16 de diciembre de 2013

Nocturna

La diminuta sombra que te envuelve te dibuja de una forma impresionante. Es como ver nacer a una rosa en medio del asfalto gris. Miro al arcoiris de tu ser, y contemplo como haces que el cielo y la tierra intercambien lugares ante mí. Un halo azul rodea tu cabeza. Es tan difícil hablar de lo maravilloso cuando está adornado de lo común. Aún así, estoy dispuesto a intentarlo. Sólo Moisés ha dividido el Mar Rojo de tal manera. Deseo tu compañía, tanto en tiempos de tristeza como de alegría. Una textura que se asemeja a la bandera argentina. Viniste a través del tiempo desde el Viejo Oeste. Rojo vivo como sol de mediodía. Un pato mueve su cola graciosamente mientras camina a la orilla del río, buscando el mejor lugar para nadar. Enrollado como serpiente entre las lianas de tu cabellera. Viajo a través del grisáceo y turboloso cielo, acurrucado de una diminuta y bien acolchada nube blanca. Lluvia de perlas cae sobre el paisaje monocromático a mi horizonte. Sus gotas adornan a blancas magnolias que decoran el panorama. Reaprendiendo a andar por las mazmorras del soñar, divisando eventos que sólo ocurren en mi mente. Artesanía textil de lino que arropa floreros. Chocolate con miel. Café con leche. Azúcar refina y azúcar moreno. Sólo la forma en que las ramas de los árboles son mecidas por el viento puede equipararse con tal balanceo. Una red de estrellas que brillan con tono escarlata sobre un cielo teñido de rojo. Una gran cadena de oro que impide la libertad de cometer locuras a mi perro corazón. Hilos color arena con puntos negros que forman la tela de un uniforme de Batalla en el Desierto. Paisajes a los que sólo se les puede reconocer su belleza luego de verlos por una segunda o tercera vez. La belleza en la complementación mutua. La belleza en la capacidad de continuidad de las especies. La energía que me recorre cada vez que estoy cerca de la naturaleza. El sabor de lo prohibido. La intriga de lo desconocido. El hecho de ver dispersos diversos detalles coloridos que uno desearía ver unidos de forma tal que los centenares de emociones se fusionen en una sola, y que esta fuerza me azote de forma que transforme mis ojos en un instrumento que sólo pueda percibir hermosura.




- Ignacio Cortorreal en Gmail

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